
Texto:
“Si, pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba...Poned la
mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:1-2).
Será algo muy frecuente en las Escrituras el uso de figuras materiales
aplicadas al mundo de lo espiritual, nuestro Salvador empleó a menudo estampas
de la vida diaria con el fin de hacer sus enseñanzas claras y sencillas, lo
cual facilita el entendimiento y ayuda la obediencia.
El apóstol Pablo hace uso de esa facilidad y viene a nuestras mentes un principio
general de física, que se aplica a la vida de fe. El principio es este:
"Cada efecto tiene su propia causa". Un ejemplo, el agua hirvió,
porque se le aplico calor. El efecto, que hirvió; la causa el calor.
Entiéndase que las palabras del pasaje contienen un argumento base y una
conclusión. Siguiendo esa línea de pensamiento leemos: "Si, pues habéis
resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba...Poned la mira en las cosas
de arriba, no en las de la tierra" (v1-2). La causa, fe en la resurrección
de Cristo; el efecto, el cultivo de una mente espiritual.
Así como cada efecto habla de una causa particular; cada forma de vida requiere
una conducta correspondiente; una vida de fe, le corresponden obras de fe. Por
tanto, buscas las cosas de arriba, para que puedas mantener una vida
espiritual. Tal es el razonamiento del apóstol en este lugar.
Como es en la naturaleza, así también es en la vida bajo la Gracia, y lo será
en la gloria.
Pregunto: ¿Cuál es el lugar más apropiado para un pez? El agua. ¿Cual es la
vida más propia para una persona que cree en la resurrección de Jesucristo? Una
vida de fe o mente espiritual.
Un hombre codicioso no podrá vivir si lo apartan de aquellos asuntos que
alimentan y sostienen su codicia por las cosas materiales, el no concibe la
vida separado de esas posesiones que vienen como fruto de un corazón codicioso,
se muere si le quitan tales cosas, como también moriría un pez si lo sacan del
agua.
Lo que pone buenos sentimientos a las labores de un obrero es la recompensa del
salario, los obreros mal pagos son lentos en sus faenas, pero los bien pagos
son entusiastas y diligentes.
Por tanto, piensa mas a menudo en la Venida de Cristo, el cual coronará todas y
cada una de tus buenas obras: "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano" (1 Co.15:58). La fe en Cristo nos hace dar obras de fe, y la
esperanza de gloria nos hace parir más frutos.
Amen.