Meditación Diaria

Meditación del 16 de noviembre

Texto: “Si, pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba...Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:1-2).

 
Será algo muy frecuente en las Escrituras el uso de figuras materiales aplicadas al mundo de lo espiritual, nuestro Salvador empleó a menudo estampas de la vida diaria con el fin de hacer sus enseñanzas claras y sencillas, lo cual facilita el entendimiento y ayuda la obediencia.

  
El apóstol Pablo hace uso de esa facilidad y viene a nuestras mentes un principio general de física, que se aplica a la vida de fe. El principio es este: "Cada efecto tiene su propia causa". Un ejemplo, el agua hirvió, porque se le aplico calor. El efecto, que hirvió; la causa el calor.

  
Entiéndase que las palabras del pasaje contienen un argumento base y una conclusión. Siguiendo esa línea de pensamiento leemos: "Si, pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba...Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra" (v1-2). La causa, fe en la resurrección de Cristo; el efecto, el cultivo de una mente espiritual.

Texto: “Si, pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba


Así como cada efecto habla de una causa particular; cada forma de vida requiere una conducta correspondiente; una vida de fe, le corresponden obras de fe. Por tanto, buscas las cosas de arriba, para que puedas mantener una vida espiritual. Tal es el razonamiento del apóstol en este lugar.


Como es en la naturaleza, así también es en la vida bajo la Gracia, y lo será en la gloria.

Pregunto: ¿Cuál es el lugar más apropiado para un pez? El agua. ¿Cual es la vida más propia para una persona que cree en la resurrección de Jesucristo? Una vida de fe o mente espiritual.

  
Un hombre codicioso no podrá vivir si lo apartan de aquellos asuntos que alimentan y sostienen su codicia por las cosas materiales, el no concibe la vida separado de esas posesiones que vienen como fruto de un corazón codicioso, se muere si le quitan tales cosas, como también moriría un pez si lo sacan del agua.

 
Lo que pone buenos sentimientos a las labores de un obrero es la recompensa del salario, los obreros mal pagos son lentos en sus faenas, pero los bien pagos son entusiastas y diligentes.

  
Por tanto, piensa mas a menudo en la Venida de Cristo, el cual coronará todas y cada una de tus buenas obras: "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano" (1 Co.15:58). La fe en Cristo nos hace dar obras de fe, y la esperanza de gloria nos hace parir más frutos.

 

Amen.  

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