Meditación Diaria

Meditación del 13 de diciembre

Texto: “Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles” (Lucas 2:46).


Mientras los niños de esa edad estaban jugando en las calles, Jesús estaba sentado en el templo, no mirando el mármol, ni los hermosos candelabros, ni el oro de sus paredes, ni la gloria exterior del edificio. Tampoco hizo como hacen algunos padres con su hijos que le permiten venir jugar a la Iglesia, sino oyendo y haciendo preguntas a los grandes teólogos de su época: “Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles” (v46). Toda la sabiduría y conocimiento que ellos habían obtenido fue dada por El, ahora está oyendo lo que habían aprendido. Helo aquí como un humilde discípulo. Sea esto un excelente ejemplo para nuestros jóvenes, que será una virtud sentarse a oír atentamente las enseñazas de sus maestros. El podía darles clase a todos, pero el Padre todavía no le había ordenado a Su ministerio público; así que por un buen rato debía sentarse a oírlos con diligencia y preguntarles con decencia, aunque luego pueda salvarlos.

 

La vida humana tiene diferentes etapas, cada una debe ser usada con humildad. No dudo que hay entre nosotros jóvenes que mañana serán grandes teólogos y predicadores, pero por el momento deben esperar su turno. En el ínterin tu labor no es criticar ni murmurar, sino oír atentamente y preguntar. Oír y preguntar es algo que se aprende. Nadie podrá educarse correctamente si primero no aprende a oír, nótese: “Sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles”. Aun el Hijo de Dios tenía que quemar esa etapa: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” (v52). Y el hombre sabio agrega: “Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios… Porque es cosa deliciosa, si las guardares dentro de ti” (Pro.22:17). Así que, padres no dejen de orar y sigan esforzándose que desde temprana edad tus hijos sean enseñados amar la instrucción.
 

Que sean como Jesús, que fue sabio y quería ser más sabio aun. Como hijo de Dios por fe, entonces tienes que imitar al Muchacho Jesús. Jesús fue el Hijo de Dios por naturaleza, en cambio nosotros lo somos por Gracia, o que fuimos adoptados, y esto ocurre mediante el arrepentimiento hacia Dios y la fe en Cristo. Es notorio del pasaje que cuando el Padre le llamó a estar en el templo, El dejó su ocupación habitual y se sometió. Entonces no puede haber nada en la tierra, en tus ocupaciones diaria que te distraiga tanto que no tengas tiempo de obedecer a Dios cuando te llame. Entonces debe ser dicho de ti, como dijo Pablo de los tesalonicenses: “Cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero” (1Tes.1:9). Aunque los otros no entiendan como tampoco José y María entendieron a Jesús, tu vida, ahora y diario es para servir la voluntad de Dios.

 

Amen.

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