Texto: “Pero cuanto más los oprimían, tanto más se
multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de
Israel” (Éxodo 1:12).
Una de las verdades más enseñadas en la Biblia es que vivimos en un mundo
caído. Por más alto que volemos, tarde o temprano volvemos al piso. La historia
lo enseña claramente, porque cuando los hijos de Israel estaban en penurias,
sin comida, se les abrió una puerta de salvación: Egipto. Esa nación fue un granero
en medio de la hambruna, un oasis en el desierto, pero luego lo que fue su libertad
se convierte en cárcel y ahora son tratados como hombres inútiles, vagos,
ociosos. Aquí diríamos: Las vueltas que da la vida. Un Faraón los favoreció y
el otro los maltrató.






