Texto: "No
ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Jun.17:15)
Cristo amo Sus discípulos y sabia muy bien que ellos serian expuestos al
aborrecimiento del mundo, y aun así ora: "No ruego que los quites del
mundo". En tiempos malos Dios saca a Sus hijos del peligro, pero a veces
los deja en el; ambos tratamientos son frutos de la bondad y sabiduría de Dios.