Texto: “Y Jesús dijo al
hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y la mano le fue restaurada. Y salido
los fariseos tomaron consejo con los herodianos contra él, para
destruirle" (Marcos 6:6)
Es notoria en el pasaje la ternura de Jesús con ellos, no obstante le oponían
con mal corazón, de donde se infiere que la dureza de corazón es contender con
Dios, es pelear contra Su amor. La dureza es el mayor enemigo que Dios tiene de
este lado del infierno. La escena del pasaje nos dice que hay una combate montado de la criatura contra el Creador por la
dureza. El profeta habla de este grupo tan numeroso que hay sobre la tierra y
que se opone a Dios: "Les amonestaste para hacerlos volver a tu ley, pero
ellos actuaron con soberbia y no escucharon tus mandamientos. Pecaron contra
tus decretos, los cuales, el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Dieron
las espaldas en rebeldía, endurecieron su cerviz y no escucharon" (Neh.9:29); esto es así, porque cada mandamiento de Dios es
una oferta de Gracia, un mensaje directo de parte del Señor.